divendres, 22 d’octubre del 2010

Assassins sin rostro

Publicada per primera vegada l'any 1991, es tracta de la primera novel•la d'una sèrie d'onze –fins al moment-, que tenen com a protagonista l'Inspector de policia Kurt Wallander, un personatge de ficció creat pel novel•lista suec Henning Mankell amb el qual ha assolit grans èxits.

En “Assassins sense rostre”, l'autor, a més de conduir-nos per la trama principal de la novel•la, ens va presentant la figura d'aquest detectiu. Un personatge bastant creïble, potser perquè ens mostra les seves debilitats i defectes sense embuts, i això el fa bastant proper al lector. Està travessant per una etapa de la seva vida bastant complicada, la seva dona l’acaba de deixar, la relació amb la seva única filla no es pot dir que sigui precisament fluïda, i a més, el seu pare està començant a mostrar els primers signes inequívocs d'una decadència senil. Tot això li està començant a passar factura. Duu una vida una mica desequilibrada, s'alimenta malament, beu més del compte, sofreix trastorns del son, està guanyant pes…, en fi que no es tracta ni de bon tros d'un superhome, o d'un “poli dur”. Però, és clar, també té les seves virtuts, com qualsevol humà, i al llarg de la lectura les anirem descobrint.

En aquesta obra Henning Mankell aborda també el problema de la immigració il•legal i la xenofòbia, jugant ambdós un paper molt important al llarg de tota la novel•la.



4 comentaris:

Anònim ha dit...

La novela en general me ha gustado, aunque considero que va más alla de la tipica novela policíaca, para mi es el retrato de un cambio acelerado en una sociedad,con la angustia que todos estos procesos conyeva.
El hecho que el hecho central parta de un suceso criminal y su protagonista principal sea un policía no es tan revelante.
En este libro tambien he encontrado, entre otras cosas,
el miedo a lo desconocido, la soledad y la falta de amistad, (nadie se conocé, ni es lo que aparenta ser), un racismo que el mismo personaje acepta sentir, una critica al gobierno, por su permisividad y falta de control con la masiva entrada de refugiados politicos, y que esta a la vez afecta a dicha población en los campos de refugiados.
Algunos de los parrafos que me han llamado la atención, son por ejemplo en la pag.17 "Hay un tiempo para vivir y otro para estar muerto"-
Pag.53 "En el fondo deseo que los asesinos se encuentren en ese campo de refugiados.Entonces quizás haya un cambio en la actitud arbietraria y poco severa que permite que cualquiera y por cualquier motivo pueda cruzar la frontera...".
Pag.144 referencia al cambio de criminalidad, "Hoy la droga está en todas partes.Cuando paso por una bonita finca de por aqui aveces pienso:ahi quiza se esconda una nueva fábrica deanfetaminas".
Pag. 249 " Era un mundo nuevo que habia surgido sin que él se hubiera dado cuenta".
Pag.273 " Comprendió que sentia la misma angustia insegura que otras personas. Angustias frente a lo desconocido, a lo diferente".

Y por hoy ya nada más, seguro que dice más cosas,pero estas son las que más me han llamado la atención.
Saludos.
Francisca

Xisca ha dit...

"Hay un tiempo para vivir y otro para estar muerto."

Es la frase. Sin más.

El resto... bueno... Palma en estos momentos no me parece tan distante de esa situación que describe el libro respecto a los inmigrantes y gente que viene de fuera. Como decía una peli: "...Ya están aquí..."

En fin, qué le vamos a hacer, habrá que ser tolerantes, aunque como bien se dijo en el club cuando hay escasez y crisis económica lo que viene de fuera a veces sobra. Que vengan, pero que vengan bien, ¿no? A veces, aunque os parezca una burrada, me siento discriminada frente a lo extranjero:

Vas a hacer un curso: no entras porque es para inmigrantes.
Vas a pedir una casa de protección oficial: no puedes porque no eres una conejita y no tienes 20 hijos (porque aquí no tenemos tantos y con uno y medio vamos sobrados)
Vas a buscar trabajo: noooooo, porque como el que viene de fuera lo hace de aquella manera y tú pides unas condiciones medio normales, pues se lo dan a él (que en ese momento no protestará pero que igual luego la lia gorda).

Y no, no es ser racista, clasista o como quiera llamársele, es la más triste realidad.

Mejoramos lo social, genial, pero lo mejoramos para todos, no me lo quitas a mí (que lo pago) para darlo a otro (que encima viene de fuera y la mayoría de veces no aprecia siquiera el pais al que ha llegado).

Y ahora, una vez ejercido MI DERECHO ESPAÑOL A LA PATALETA, decir que prefiero leer libros que me diviertan más y que no se busquen 305 páginas de excusa para hacerme reflexionar sobre el racismo o xenofobia en aquellos paises del frío y las tormentas.
Si eso... ya me pongo yo el telediario.

De todos modos, un placer como siempre compartir mil libros con vosotr@s.
Besitos.

Anònim ha dit...

La novela me ha parecido muy cinematográfica (quizá demasiado?) por lo descriptiva y por la cantidad de diálogos; parecido a estar leyendo un guión.

Me ha gustado la oportunidad de leer una novela policial ya que pocas veces lo había hecho, por lo que no sabría decir si es buena o mediocre o qué...

Es en un principio entretenida pero a medida que avanza va cayendo.
Comienzas a leer, obtienes las primeras pistas para resolver un crimen y crees que lo tienes.... luego todo se desmonta y las pistas no te sirven y el crimen casi que ya no importa.... No sé, quizá pensando en el escritor nos invita a reflexionar sobre el racismo, prejuicios, ect... Y eso hace que le de un punto a favor, siempre es bueno volver a reflexionar sobre un tema que crees superado, igualmente es buenísimo conocer otras reflexiones cómo las del escritor, las vuestras....ect...
Un placer reflexionar con vosotros!

Ayda

Anònim ha dit...

Escribo desde el desconocimiento casi absoluto del género de ésta novela; apenas he leido 6 o 7 libros de detectives ( Agatha Christie, Sherlock Holmes, Vázquez Montalbán ...) y Henning Mankell no ha sabido encontrar la puerta de entrada a mis emociones. Hace demasiado frio en un ambiente triste y solitario, los personajes apenas describen sus cambios emocionales, la novela se alimenta de tópicos: la soledad, el racismo, la violencia... aún así, yo destacaría algunos personajes porque no son heróicos, son cotidianos, viven con sus contradicciones como todos nosotros.